Meditando con acciones del día
Muy importante traer para los pequeños y a los mayores
también que la Humildad es vista en las actitudes del día a día.
Incentive una buena charla para que todos puedan expresarse.
Humildad practicada
Una sugestión simple para mostrar que la humildad puede ser vista con acciones
y hablar de lo ocurrido con Naaman.
Naaman tuvo que dejar su orgullo de lado y someterse obedeciendo
la palabra de Dios, ( para mostrar esto quite la túnica con la palabra
orgullo del personaje).
El tuvo que ser humilde y reconocer que solo Dios podría curarlo.
( sumerja al personaje 7 veces en el pote de helado hasta que en la última vez
quede limpio) Recuerde que el muñequito debe estar forrado con cinta
adhesiva ya que así la tinta saldrá con alcohol.
La obediencia de Naaman fue un acto de Humildad e hizo que él fuese
limpio, no solamente por fuera sino principalmente por dentro.
¿Que es la Humildad?
Humildad
Sustantivo femenino
1- Humildad: Cualidad de humilde
2- Humildad: Virtud caracterizada por la conciencia de las propias limitaciones; Modestia; Simplicidad.
Espiritualmente hablando de humildad viene ahí:
Ser humilde no tiene nada que ver con ser pobre. Lo contrario de humildad es orgulloso.
Hay muchos pobres orgullosos y muchos ricos humildes.
HUMILDAD tiene que ver con el carácter de la persona, con practicar simplicidad, con saber oír, esperar, considerar, con reconocer sus errores y cambiar de actitud inconveniente, en fin, Humildad es una practica de carácter cristiano.
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Y ahora destinado exclusivamente para ustedes:
Coordinadoras, Educadoras y Consejeros
Si, porque a medida que usted ENSEÑA, debe APRENDER más y más...
Y podrá ser debatido con los Teens.
La Humildad puede ser vista
claramente en nuestras actitudes.
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Tema de Noviembre - Humildad
BLANCO DE LA LECCIÓN: HUMILDAD
OBJETIVO: Enseñar a los niños que se debe ser humilde para reconocer la soberanía
y majestad de Dios
LECCIÓN: SEA HUMILDE
“Porque yo descendí del cielo, no para hacer mi propia voluntad, y si la voluntad de aquel que me envió” (San Juan 6: 38)
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