El testamento del muerto



Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:2-3
Cuando un testamento es redactado para repartir los bienes de un hombre rico, nadie logra cambiar sus términos, a no ser que suceda que todos los beneficiados se pongan de acuerdo con el cambio (lo que es muy difícil que ocurra). En otras palabras, lo que fue decidido en el testamento será hecho, aunque la persona que lo haya escrito esté muerta. Los deseos del fallecido serán ejecutados.
Ahora, ¡deténgase y piense sobre el “Testamento” de Dios! Lo que leímos anteriormente no es Su deseo solo para Abraham, sino para todos los que a Él se entreguen. Él dijo:
De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a Mi Voz. Génesis 22:17-18
Si esto hubiese sido escrito por un hombre que ya hubiese muerto, y este documento fuese presentado delante del juez, nadie podría refutarlo. ¡Nadie! ¡Imagínese entonces el testamento de Dios! La plenitud de Sus bendiciones es irrefutable, y no hay poder en el mundo, sea en la tierra, sea debajo de la tierra (infierno), capaz de anular tamaña promesa.
El Mismo Dios que hizo la promesa está Vivo, y Su testamento está disponible para los que se tornan, a través de la fe, libres de sentimientos e hijos de Abraham.
Ahora ha llegado el momento de tomar posesión del testamento de Él en su vida. La condición aquí es simple: ¡oiga, obedezca y sacrifique!
Actuando así, ni el infierno, ni el diablo serán capaces de impedirle alcanzar estas promesas.
Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo. Génesis 25:7-8
¿Pudo absorber el espíritu? “… murió en buena vejez, lleno de años”. Su vida fue abundante, y Abraham se convirtió en un referente de fe para todos nosotros hoy. Nada ni nadie logró impedir que eso sucediera.
¿A usted le gustaría heredar la misma vida y las mismas promesas? Estas ya le fueron concedidas. Todo lo que necesita hacer es oír, obedecer y sacrificar, así como lo hizo Abraham.
Blog: Obispo Macedo
Colaboró: Obispo Marcelo Pires

Cuida de tu corazón sobre todo



Para el adolescente, la apariencia es lo más importante. Es una época difícil porque todos están más interesados en lo que tenés, en lo que aparentas, que en lo que realmente sos.
Muchas veces llegas a sentirte tentado a hacer cosa que no quieres. Otras no te sentís conforme con tu cuerpo o con tu personalidad porque tus amigos y los que te rodean te hacen sentir inseguro. La industria de la moda y los medios de comunicación y el photoshop, dictan un montón de reglas que determinan quién es bella/o lindo/a y quién está a la moda o quién no.
Pero como adolescente de Dios, lo que te tiene que importar es la belleza de tu interior. Para que puedas agradar a Dios tienes que mantener tu corazón puro. Cuidá tu interior para que el Señor Jesús pueda bendecirte en todo lo que hagas.
No olvides que aunque muchos se dejan llevar por el exterior Él ve lo que hay dentro nuestro.
“Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”.
1º Samuel 16:7

Actividad Cuidando el corazón.



 Caja Teens.

Consejeros, cada teens preparará una caja como ésta y ustedes le entregarán el corazón en blanco, donde cada uno escribirá lo que ha existido en su interior: mentiras, orgullo, groserías, etc. Ellos deben ponerlo durante la clase (palabras) dentro de la caja. 
Ustedes pueden explicar la clase y cada uno de ellos tendrá su cajita. 
Luego les llevaremos a una reflexión donde cada consejero entregará el corazón rojo. 
Cada teen entregará el corazón (no es preciso escribir nombre) al consejero y estaremos orando durante ésta semana por cada no de ellos. 
Los adolescentes se llevarán de recuerdo la cajita y el corazón rojo adentro. 





Bolsa Teens por una semana








Una simple sugerencia y posible para todos los Teens.
Pasar una semana con una pequeña bolsa y con nombres en el libro para la oración, y con responsabilidad de una semana puedan orar por sus amigos y familiares de todos.
El propósito es por una semana y sólo debe ser realizada por aquellos que quieren.

Aquí les dejo el modelo del dibujo que esta en el bolsón orando y el logo del Gf Teen para pegarlo.



Según el corazón de Dios

                       Palabra de la Señora Ester Bezerra
En el mundo lo que importa es la apariencia, belleza, riqueza y ese brillo llenan los ojos de aquellos que viven allí. Pero Dios no valoriza esas cosas, el mundo de Él es diferente. Él no mira la apariencia o la condición de alguien, El mira el interior de la persona, la belleza espiritual. Evalúa lo que ella tiene de bondad, misericordia y fidelidad. El mira la fe.David fue una persona en el cuál Dios lo buscó y lo encontró con esos requisitos.El cuidaba las ovejas de su padre con mucha dedicación. No reclamaba ni se relajaba,hacía de todosu corazón aquella tarea.Y mientras que las ovejas pastaban en el campo, el sacaba provecho para glorificar a su Creador con su harpa. Veía en toda la Majestad de Dios. Por eso, Dios lo escogió,
más tarde, para ser ungido rey de Israel, para cuidar de Su pueblo. Dios vio el amor de David y su dedicación a las ovejas de su padre. Esa obediencia e interés
de corazón llamo la atención de Dios.Cuando se iba ungir al nuevo rey, el profeta Samuel todavía no sabía que sería David. Dios apenas le dijo que ungiría uno de los hijos de Jesé. El profeta, entonces, pidió para conocer a todos ellos y, al ver a Eliabe, alto, fuerte y bonito, pensó que estaba frente al futuro rey. Por eso, la respuesta de Dios fui reveladora:
“Y Él Señor respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero El Señor mira el corazón” (1 Samuel 16:7)
Él profeta quería consagrar a aquellos que el encontraba robustos y bonitos, pero Dios había escogido a David, aun siendo el más joven y delgado, sin ni siquiera haber ido al ejército. David fue escogido por causa de su corazón bueno y de su fe en ÉL. ¿Y ahora ya sabe, lo que Dios ve en nosotros? Es nuestro interior, sea bueno o malo. Tenemos que tener un corazón puro y verdadero, pues es por el que somos medidos e justificados delante de Dios. En nuestro corazón está toda nuestra intención, buena o mala. La timidez y el orgullo pueden impedirle de expresarse con cariño y bondad, de decir “yo te amo” a sus padres de expresar exactamente lo que realmente eres. Si cierras tu corazón y no hablas lo que sientes, es muy difícil de conocerte de verdad. Es necesario hablar, transmitir todo lo que está dentro de ti, sin reservas, sin fingimiento o falsedades, pues no podemos engañar a Dios, El todo ve y valoriza la sinceridad. Si lo tienes como el Señor de tu vida y querer sólo agrandarlo, necesitas tener ese corazón sincero, abierto, obediente y puro. Sólo así será valorizado y reconocido como hijo de Dios. Y la consecuencia de eso es el placer de tener su compañía, y así como David ser  “según el corazón de Dios”. ¡ Y qué bello corazón!