Usted, educadora, que está cansada de luchar, ha pensado en desistir y se siente angustiada, sepa que la perseverancia es fundamental en la vida de los siervos de Dios. Las dificultades pueden venir en su vida, pero sepa que, a través del Señor Jesús, Dios nos concede la victória. ¡Crea en eso! La mujer que, de hecho, es de Dios, no mira para sus problemas o condición.
Ella lucha hasta vencer. Ella sabe superar todo, con tranquilidad, a través de la oracion y de la fe. Pero, cuando uno se deja llevar por las emociones, pierde la fe y se comporta, nada más, de acuerdo con lo que siente. La fe es la certeza de cosas que se espera, no tiene nada que ver con lo que sentimos. Cuando uno toma decisiones basadas en sus emociones, Dios no puede actuar, pues uno está en contra de la voluntad de Dios.
Tenemos que vivir por fe y no por emociones, pues sin fe es imposible agradar a Dios. Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. (Romanos 5.3-4)
No hay comentarios:
Publicar un comentario