Los jóvenes necesitan que se les advierta
de los peligros que los amenazan, y sus padres tienen el deber de hacerlo.
Joven, quizá recuerdes cuando te decían: “No toques el fuego, que te vas a
quemar”. “No te acerques al río, que te puedes ahogar.” “Mira a los dos
lados antes de cruzar la calle.” ‘No te juntes con esos amigos que son mala
influencia”. Por desgracia, muchos
adolescentes han resultado heridos o hasta han muerto por ser desobedientes.
Obedecer a tus padres “es justo”, es decir, correcto y apropiado. Pero también
es lo más sabio “Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis” (Proverbios
8:33).
Ser obediente es “muy agradable” a nuestro
Señor Jesucristo.
Y además, Dios te manda que obedezcas
a tus padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario