"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atento a su súplica." (1 Pedro 3:12)
¡Iniciar el ayuno de Daniel conversando con Dios es, sin duda, es un excelente comienzo! El Señor está siempre atento a nuestras oraciones. Por eso, la oración es la base de nuestra confianza en El.
¡Separa un tiempo para conversar con Dios y aprovecha para preguntarle en qué puedes mejorar como hijo, alumno, amigo ... Él va a responderte, no lo dudes! 😉